< Moebiana69 / Convocatoria

"Sin título" de Gaspar Amundarain
Eco de un collage de experiencias

por Virginia Nucciarone

… Eco de un collage1 de experiencias

La invitación para esta Moebiana propone la articulación de tres ejes: lectura, experiencia y transmisión. Tres que se anudan en la intersección de un sitio vacío que engendra movimiento animándome a introducir un deslizamiento en el sentido de los términos para que pueda advenir este nuevo texto. Inversión en la que encuentro gratamente como la experiencia pasa a ser el eje sobre el cual basculan lectura y transmisión.

Una trilogía se presenta en un tiempo après-coup de una experiencia que resignifico al intentar transmitir una lectura de los efectos discursivos y subjetivos producidos tras una serie de acontecimientos. Inicialmente la escritura de un texto para ser presentado en unas jornadas, luego un par de retoques para ser incluido en el segundo libro de la escuela, y más tarde, la convocatoria por parte del cartel de biblioteca a pasear pasando por la experiencia de convertirme en lectora de mis propias letras. Tres instancias donde un trabajo compartido en la intensión (análisis personal) se pone a circular en la extensión (escuela y comunidad analítica). Distintas experiencias con las que puedo figurar el armado de un collage que se funda en una falta. Conjunto de elementos heterogéneos cuya combinatoria se fue transformando en los diferentes tiempos en que las letras se abrieron para ser puestas a trabajar en el entramado social. En esta nueva vuelta a la escritura… Un eco y un tiempo de reverberación me vienen a mostrar que el progreso en el discurso psicoanalítico se produce cuando éste se pone a trabajar en la extensión con algunos otros.

Hoy en las resonancias de ese vacío retornan otros interrogantes en torno a la cuestión que plantea la formación de los analistas. Una repetición que no es de lo idéntico sino que engendra una traza de diferencia imprimiendo un sesgo innovador en las sendas de la práctica analítica y su formalización ¿Qué se enseña?, ¿Qué se transmite?, ¿Cómo se conjugan enseñanza con transmisión en psicoanálisis?.

La invitación a pasear por la biblioteca puedo decir que significó dar otra puntada para continuar tejiendo la dupla enseñanza-transmisión que se aloja en el corazón de nuestra escuela. Entonces, vuelvo al punto del que partí porque en el trasfondo de este asunto no dejan de latir más que algunas interrogaciones, ¿qué se lee?, ¿es posible realizar una lectura sin haber atravesado una experiencia? Hay quienes rápidamente opinan que sí cayendo en una descripción estricta y simple de la acción de leer, quedando de este modo reducida la función lectora a la sola lectura de la acumulación de textos psicoanalíticos. Sin embargo, nuestros maestros (Freud-Lacan) nos han enseñado que toda teorización toma su valor en el encuentro con lo real de la experiencia analítica. Experiencia de una falta que coloca indiscutiblemente en el banquillo a las ideologías, doctrinas y conocimientos rígidos y cerrados para dar paso a la transmisión. Transmisión que no es otra cosa que dejarnos habitar por un deseo de búsqueda de un saber que no se sabe, en movimiento y abierto, que va haciendo pequeños anclajes en la experiencia que vamos transitando con otros. Como nos dice Lacan en el seminario RSI, el analista es al menos dos, el que produce efectos en su práctica, y a esos efectos los teoriza, desde luego y sin duda en el trabajo con algunos otros. Juego con ese al menos dos ubicando en el lugar de la hiancia a esos otros analistas que operan como motor y causa enriqueciendo el texto producido, con sus lecturas, intervenciones y comentarios. La enseñanza existe cuando uno se dispone a ir al encuentro con un enigma, y en ese mismo instante la respuesta que estaba escrita para una pregunta se reformula, o revalida, diría que fugazmente deja de ser lo que era y se pasa a armar otra escena. Me gusta pensar que en el acto de transmitir una experiencia se conjuga un deseo con una apuesta. Deseo de mantener vivo el psicoanálisis en la cultura más allá de las contingencias que siempre buscan imponerse marcando fronteras. Apuesta que supone aceptar un punto de declinación y transformación en el saber para posicionarnos desde un lugar que promueva el encuentro con nuevas lecturas cada vez que nos reunimos a trabajar e intercambiar con otros. Parafraseando al maestro “es de faltar de otro modo que se trata en la enseñanza”2. Enseñar transmitiendo no es otra cosa que hacer vibrar junto a otros nuestros pensamientos para seguir avanzando en el camino de nuestra formación. Nada está cerrado ni acabado cuando se acepta que en la transmisión de una experiencia se pone en juego la castración.

En este recorrido evoco y recorto la frase que relata el filósofo griego Platón sobre Sócrates “solo sé que no sé nada”. Frase que nos interpela en tanto sujetos de la palabra, “parlêtre”3 y ante la que el psicoanálisis se detiene. ¿Es posible para el sujeto aceptar ese punto del que solo se sabe que no se sabe nada?. Lacan con la noción de forclusión nos enseña que en los inicios de la constitución subjetiva se puede no saber nada de la castración, y en ese caso, forjarse una idea fija e inconmovible, lo cual nada tiene que ver con el saber que se produce cuando atravesamos ese vacío de significación al transitar la experiencia de la falta. Es justamente ahí donde radica la importancia de la frase, punto que nos reenvía a ese no saber nada “de la sexualidad y de la muerte”, real insondable. No existe en el inconsciente un significante que los represente. Dependerá de cómo nos posicionemos frente a ello, los efectos que podremos causar en nosotros mismos y también, en los otros.

De la actividad propuesta por el cartel de biblioteca retorna un efecto con-movedor, que empalmo con eso que se pone a jugar cuando uno toma la palabra para transmitir una experiencia. Un encuentro que con-movió, agujereando sentidos que se conjugaron con una rica amalgama de decires propiciando el deseo de investigar, además de dar lugar a un nuevo texto. En el entramado de un encuentro con otro, el objeto a como causa de deseo propició la creación de nuevas letras y la transformación de las propias con las ajenas, y viceversa. En el trabajo de escuela se avanza con el otro en la diferencia, algo allí se recrea.

Para concluir, comparto una lectura que hago de los tres puntos suspensivos que vienen a marcar en el título4 el origen de este texto. Lectura que está en consonancia con lo propuesto por Lacan en el seminario XIX (1971-1972) … ou pire. Allí como aquí los puntos suspensivos aluden a un lugar vacío dejado para el verbo (la acción). Con lo cual los invito a poner el suspenso en la acción, en ese no saber qué va a decir el otro, qué lectura va a ofrecer, qué intervención va a proponer. Tolerar ese punto de suspensión nos enriquece, es la oportunidad para bordear el objeto a en juego, y morder una punta de real. Dicho de otro modo, sostenemos esos puntos suspensivos haciendo lugar a la castración … o peor, el destino se reduce a hacer consistir la idea de universo de discurso que sabemos no existe y se contradice con el fundamento del psicoanálisis “no hay relación sexual”.

M. Virginia Nucciarone
vnucciarone@yahoo.com.ar

1 La idea de collage resuena en una conversación que mantuvimos con una compañera luego de la actividad organizada por el cartel de enseñanza “La enseñanza del psicoanálisis en la época digital” (9/03/2021) donde situamos su referencia en la Clase XIII “Aforismos sobre el amor” del Seminario X La angustia (1962-1963) de Jacques Lacan. Editorial Paidós.
2 Lacan Jacques, Seminario XXV El momento de concluir (1977-1978). Clase 4 10/01/1978.
3 Neologismo de Lacan que refiere a aquello que del ser se pierde por la palabra.
4 El titulo propuesto para este texto … Eco de un collage de experiencias, surge de jugar entre lo singular de un eco de collage y la entrada de los otros en la experiencia.