< Moebiana69 / Trabajo de Escuela

Lecturas de la trama

por Laura Vellio | Cartel de Entrada y Permanencia

El hilado de la trama se enhebra a partir de las lecturas.

El producto que arrojaran los carteles precedentes, constituye una herencia de trabajo, que deja una posta y orienta un recorrido. Hacernos tejedores de la trama, es tomar las riendas del asunto a nombre propio, formar parte del entretejido, en una lógica nodal en la que se sostiene la escuela, con sus dispositivos.


La puerta de entrada:

“…Si al comienzo está la transferencia…”, señalizando la entrada a la escuela, es a partir de una transferencia de trabajo, que nos disponemos a entrar en la trama. A veces, más expectantes al inicio, causados por esos otros que pertenecen, que nos invitan a participar, a poner en palabras.

Entrar en el entramado de la escuela, es en principio, poder participar de sus dispositivos.

Ubicamos algunas preguntas en las entrevistas de entrada:

¿Qué figurabilidad presenta el enlace del trabajo con otros en la escuela?, ¿Qué tengo yo para donar a la escuela?, ¿A través de qué dispositivos de la escuela puedo hacer llegar mis inquietudes de trabajo?

Si pensamos “la escuela como refugio para alojar el malestar en la cultura…” y "…formar parte de la escuela como huésped que nos aloja…”,¿Quiénes conforman la Escuela?, ¿Cómo se enlaza la transferencia de trabajo que anuda intensión y extensión; grados que se diferencian de jerarquías?


¿Qué implica hoy, desde la lectura del cartel, pensar la permanencia?

De la lógica lineal, a la lógica del a posteriori:

Entendemos lo lineal como hilo que sostiene la cronología del antes y después, con escasa flexibilidad para soportar el corte de lo sincrónico.

Concebimos que si la trama se arma en el cruce, entre lo diacrónico y lo sincrónico, es en la lógica del a posteriori, que se leen los efectos de lo acontecido.

La apropiación va entretejiendo la pertenencia, a partir de lo ajeno voy tejiendo lo propio, en la intromisión del nombre en los dispositivos de escuela, es a nombre propio, pero es con otros.
Entretejer la especificidad de la permanencia, y la pertenencia, para amarrar el punto de intromisión, que introduce una tensión que zurce, conservando el hiato, que permite la posibilidad de enlace.
Respetando el recorrido trazado por otros, a disposición del enlace que nos oferta la Escuela.

Para pensar la permanencia en la continuidad lineal, es necesario tener a disposición tolerar el corte, que soporte el golpe de sierra de lo sincrónico, posibilitando que se entreteja en la diacronía.

Apostamos a una pertenencia, concebida como un entramado identificatorio que contemple las singularidades. Bajo una lógica nodal que anude los dispositivos de escuela, para que no hagan masa del lado de las identificaciones gozosas. Ir hacia un trabajo de escuela que opere con el a como causa de deseo, requiere de condiciones de respeto de lo singular, y reconocimiento de la diferencia.

Nos disponemos a alojar la otredad, a trabajar el orden de lo instituido, para dar lugar al orden deseante de lo instituyente. Soportando la tensión, que requiere la permanencia.

¿Qué implicancias tiene barajar con el orden de lo incalculable? Se instituye cada vez en el funcionamiento. Si “…cada entrada en su singularidad, se presenta como una negación de lo universal…”, ¿Cómo pensamos la singularidad de las permanencias?

Varios pares de opuestos conjugan las tensiones del entretejido que teje la trama de la escuela:

Encuentro - desencuentro
Paridad - imparidad
Universal - singular
Intensión - extensión
Hospitalidad - hostilidad

La Escuela, como institución analítica, intenta propiciar un saber hacer con la marca de la diferencia que posibilite un enlace a los otros, donde el respeto por lo común aloje la otredad con su diferencia radical.


Bibliografía:
Cuadernillo de Cartel de entrada y permanencia (2017-1019)
J.Lacan: “Seminario22”, RSI, Versión Crìtica. R.Rodríguez Ponte.1974-1975.
J.Derrida, Anne Dufourmantelle, “La hospitalidad”,Ediciones de la Flor,2000, Buenos Aires, Argentina.


Bienvenida:
Desde el Cartel de entrada y permanencia damos la bienvenida y comunicamos la entrada de Karina D´Alfonso como participante, a quien le auguramos un próspero trabajo en la escuela, a partir del enlace con otros, apostando al discurso del psicoanálisis.

Invitamos a quienes deseen acercarse a la Escuela a comunicarse por Whatsapp con alguno de los miembros del cartel, o a través de la casilla de mails:carteldeentradaypermanencia@efla.com.ar

Decires sobre lo andado

por María Beatriz Pagano, Sandra Iribarne, Daniel Germán Paratore | Cartel de Enseñanza

Desde el cartel de enseñanza comenzamos a transitar este año 2021 con una jornada de trabajo titulada “La enseñanza del psicoanálisis en la época digital”.

Invitamos a la actividad a quienes de algún modo u otro participaron de esa experiencia como asistentes, organizadores, coordinadores y/o como enseñantes de los seminarios que se realizaron pues consideramos oportuno, luego de haber transitado un año en el tiempo de hacer la experiencia, abrir el momento de comprender.

Puesto que, nuestra revista Moebiana número 69 lleva por título “Lecturas, experiencias y transmisión” nos pareció una buena ocasión para poder compartir, ya no solo entre los miembros y participantes de la escuela si no también con la comunidad analítica lo que vamos festejando y los interrogantes que se nos suscitan. Festejamos la creación de un nuevo espacio para el discurso del psicoanálisis y su llegada a distancia, para el lazo con la comunidad, para la creación de nuevos enlaces entre los distintos espacios de la Escuela. Esto no implica dejar de interrogarnos y debatir sobre la enseñanza y transmisión del psicoanálisis a través de los dispositivos digitales.

Ya Freud se interrogaba sobre qué significa para la teoría y la clínica psicoanalítica que se despliegue en la universidad, o sea en otro espacio que no es la institución psicoanalítica, una nueva espacialización para el psicoanálisis. Aun resaltando lo satisfactorio de esto no se quedó solo con eso.

Animados por esta posición que reencontramos en Freud organizamos la actividad. De la misma podemos decir que se produjo una convergencia de lecturas que de diferentes lugares situaron la intervención sobre las coordenadas temporo espaciales, tanto en la clínica como en la extensión. Con los aporte de diversos autores que vienen abordando las características de la época digital, pero apoyándonos también en nuestras experiencias es que vamos situando la dificultad de introducir la discontinuidad en ese espacio, el digital, que se presenta como un continuo sin corte. Así planteado lo novedoso del contexto es que se articula el valor y las posibilidades de que también allí se localice, emerja un decir subjetivante.

Poder alojar interrogantes, reflexiones, avatares y traspiés de quienes ya sea como enseñante, asistente, organizador, coordinadores andan por los dispositivos digitales es el modo que tenemos desde nuestra Escuela no solo para no retroceder sino también para orientarnos de cómo y por dónde seguir avanzando y sentar bases para próximos encuentros.

Una breve reseña

por Maria José Colombo | Cartel de Publicaciones

Con la propuesta para la escritura de esta Moebiana me sentí convocada a trazar estas líneas: una breve reseña del recorrido que venimos haciendo con mis compañeras del Cartel de Publicaciones.

Para su funcionamiento nuestra escuela propone la circulación por distintos espacios de trabajo que se actualiza cada dos años. Experiencias que permiten, si tenemos esa fortuna, interrogarnos sobre diversas funciones así como también la oportunidad de esbozar y arribar a respuestas o aproximaciones.

En Diciembre de 2019 la EFLA inaugura una nueva gestión y junto a cinco compañeras más nos emprendimos a la convocatoria de participar en el Cartel de Publicaciones. Es por eso que en aquel primer encuentro que tuvimos hablamos sobre qué labor sería la de publicar; qué publicar; lo ético y lo estético; el pudor; lo obsceno; lo éxtimo; lo íntimo y lo público; los límites en la publicación: ¿qué pasa y qué tendría que estar velado?
A su vez, en línea al objetivo de digitalizar la Moebiana que proponía Comisión Directiva, también nos convocaban otras consideraciones: ¿A quiénes queremos llegar? Formato papel o digital: ¿requiere alguna diferencia en el contenido del material? La rapidez en las redes.
En esa reunión esbozamos un posible título para la revista que trabajaríamos el año siguiente.

A comienzos del 2020 el covid-19, que muy rápidamente venía afectando territorios remotos, llega a nuestros espacios. Nos toca.
Desde el cartel pensamos la revista como posibilidad de propiciar algunos hilvanes sobre lo disruptivo de aquélla conmoción.
Dimos por nombre a la Moebiana nº 67: “El impacto de lo real en la subjetividad y en las masas”.

Varios espacios de la escuela también convocaban al trabajo, organizados bajo la modalidad de foros para miembros y participantes de la escuela; invitaciones a crear ante los obstáculos nuevas formas de continuar.
Compartimos “puertas adentro” foros en los que hubieron valiosos debates e intercambios. La confianza que propició el espacio íntimo permitió adentrarnos en temas nuevos.

En el Cartel retomamos los ejes del comienzo y sumamos los nuevos que surgían a partir de las medidas ASPO.
Nos emprendimos en armar una nueva revista convocando a los miembros a trabajar en la nº 68: “Lo íntimo, lo público y lo privado en la clínica y en el lazo social”.

Los escritos que recibimos para ese número nos hicieron interrogar sobre el lenguaje inclusivo: ¿qué podemos decir, como analistas, de estas nuevas escrituras de la e, la x, el @? Nos reunimos en dos foros y descubrimos que teníamos mucho para aproximar. Conversamos desde el psicoanálisis sobre lo actual; la tensión entre los discursos, la inclusión, la excepción, el no-todo... Abrimos un debate donde tuvieron lugar las diferencias en la intimidad de la escuela.

Por su parte, la propuesta del Cartel de Biblioteca propició seguir leyendo las producciones de la escuela en su recorrido. Actividad que invitaba a la lectura y también a nuevas escrituras.
Este acto creo que tuvo efecto contagio.

Al retomar la actividad del cartel este año, hablamos de lo producido el anterior y lo encontramos valioso. De modo que pensamos que era momento de hacer pasar lo trabajado puertas adentro a la comunidad analítica, y llegó la nº 69: “Lectura, experiencia y transmisión”.

En la articulación de estas tres últimas Moebianas leo: Del impacto al armado de un espacio, y desde allí a la publicación. Pasajes que dan cuenta de un movimiento que vamos trazando. Me pregunto si la función de este cartel será hacer pasar o despejar para que siga pasando. ¿Es posible la transmisión sin que algo nos toque?

Función Lector, movimiento de escuela

por Cristina Borda | Cartel de Biblioteca

Hace un año exactamente, la pandemia en el mundo y en nuestro país, nos imponía la necesidad de mantener el ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio). Como cartel de dirección de la escuela, apenas habíamos podido tener una reunión para bocetar nuestra dinámica y expectativas de trabajo. Conminados a permanecer en nuestras casas, no habíamos arribado al encuentro entre nosotros y menos aún a presentarnos a otros.

Afortunadamente, teníamos un marco que balizó un posible inicio. La EFLA y un libro de escuela recientemente publicado, cuya presentación había sido una de las últimas actividades del año anterior. Estos dos, llamaron al tres; el cartel podía tener un movimiento posible, a pesar de que los libros de la escuela permanecieran encerrados en la vitrina del cuarto que la alberga.

Pensamos que dar a leer a otros el segundo libro de la escuela, a esos lectores que se encontraban en espera (dado que la circulación y la posibilidad de adquirirlos estaban impedidas) fue el comienzo. Pero, lo que sucedió cuando pusimos el dispositivo a andar fue encontrarnos con la función lector en cada uno de nosotros, y así poder anudarnos y constituirnos como cartel. El libro estaba perdido para el lector, pero por arriesgarnos a una experiencia, la pérdida advino al lugar de la causa. Privados de la posibilidad de pasear en nuestra vida cotidiana, sacamos a pasear un libro, que en su hechura supone un valioso trabajo de escuela. Libro que transmite a través de sus letras una rigurosa formalización, testimonia de la clínica con niños, y da cuenta de un enlace entre la teoría y la praxis.

Pero, ¿qué es un libro? En palabras de Borges “un libro es un objeto físico en un mundo de objetos físicos. Es un conjunto de símbolos muertos. Y entonces… llega el lector, y las palabras surgen a la vida, y asistimos a una resurrección del mundo”.

Entonces un Lector transforma al libro, lo recrea; y la lectura se torna reescritura, creación, música, sinfonía. Y la biblioteca que lo pasea en ese devenir, se transforma en una biblioteca animada ella misma, animada por la Función Lector. Entonces en el paseo de cada encuentro, que fueron cuatro, donde compartimos nuevos escritos ofrecidos por las autoras de nuestra escuela, donde ellas mismas asistieron a ser lectoras de sus propios escritos, en este encuentro con otras lecturas, se produjeron nuevas escrituras. Corte sincrónico donde, en la cadena de lectura y escritura algo se pierde, y si algo se pierde, es porque algo se produce.

La Función Lector se encontraba en el anhelo de recorridos de anteriores gestiones del cartel de biblioteca, que por diversas razones no se había puesto en función. Ubicar en el trabajo de cartel lo perdido irremediablemente, al menos durante el año 2020, permitió el movimiento necesario para ubicar la causa, y así, efecto de lectura del trabajo de otros que nos antecedieron, pudimos problematizar la función de la biblioteca en una escuela de psicoanálisis.

Borges sostiene que Carlyle, “dice que la historia universal es un libro que continuamente estamos leyendo, que continuamente escribimos con cada uno de nuestros actos y de nuestros sueños; ‘y en el cual también nos escriben’. Es decir, nosotros somos lectores, pero también somos cifras de ese libro, que ahora somos esa escritura y a su vez seremos causa de otra escritura, que será el momento o los siglos que sucedan a este momento.”

Movimiento que despierta de la inercia en la que nos encontrábamos en el ASPO; surge la Biblioteca de la EFLA como el lugar reservado para la producción de escuela; pero, hacer pasar algo de ese valioso trabajo de escritura es función del cartel, que como gárgola de edificios antiguos, es guardián de ese reservorio y responsable de que los textos cobren vida. En el inicio del ASPO, encontramos un modo de andar con otros. Hoy podemos decir, felices de haber podido dar un paso, que un sentido caiga para que otro pueda advenir: “la Función del Lector” en nuestro devenir como escuela; el cuarto, anuda.

Este escrito es el intento de transmitir lo que fue una experiencia transcurrida durante el 2020 en la EFLA, producido gracias al trabajo de lectura de las cuatro presentaciones que abrieron cada actividad realizada, escritos de cada integrante del cartel. Por eso, y parafraseando un spot publicitario de la campaña de prevención (ASPO), del encierro salimos todos juntos, es con los otros; pero agregaría, salimos como uno, ya que la causa no hace masa.

Para finalizar, resta decir que el exquisito intercambio que se dio en cada encuentro realizado, queridos lectores, está perdido para ustedes. Pero tal vez eso perdido, pueda oficiar de causa para acercarse a “los libros de la escuela” de la colección Jornadas. “De poetas y locos todos tenemos un poco” invita a recorrer testimonios clínicos, recorrido del que podría decir que es una ilustración de la apuesta al inconsciente en cada tiempo y estructura. Y así podremos decir, cada vez, había una vez… un libro por venir.

IX Jornadas de carteles y Grupos de la EFLA

por Rodrigo Echalecu y Alejandro Sigal | Secretaria de carteles

3 y 4 de Septiembre de 2021

invitación-convocatoria

Como hemos venido constatando en la experiencia, las Jornadas de Carteles y Grupos se tornan material significante, una de las instancias del cartel, la del momento de concluir, (incluso antes de finalizado), que nos posibilita hacer un corte sincrónico que invita a leer la Escuela y a arrojar un producto, objeto “a”…. ¿Por qué?

…Porque el cartel pone a andar un conjunto de significantes producidos en el trabajo de la escuela, esos significantes, mineral de los carteles, representan a la escuela para otros significantes que se manifiestan, a su vez, en otros dispositivos, resuenan, consuenan.

No se trata de un dispositivo único en la formación de los analistas, ni del mejor, sin embargo el cartel es uno de los fundamentos de la Escuela, junto al seminario y al pase, en suma consonancia con el Acta de Fundación de la Escuela Freudiana de París que Lacan fundó. El maestro lo consideró como órgano de base, como sede de las operaciones que se llevan adelante en la experiencia de hacer escuela con otros. Ese pequeño grupo con su más uno, como refugio de la falta si opera en su función.

Cuestiones de escuela que van surgiendo: ¿cómo enlazamos al cartel con la enseñanza y con la formación de los analistas? ¿Quizá podamos ubicar en el cartel cierta reserva libidinal operatoria, generada por los miembros que trabajamos en la escuela, que permita nutrir a la escuela y a su enseñanza en la apuesta a la transmisión de la causa?

Actualmente constatamos cierta proliferación de los carteles, se han multiplicado los mismos en su estructura desde que comenzó la Pandemia.

En el Foro organizado por esta secretaría en el año 2020 se abordaron, fundamentalmente dos interrogantes en torno al cartel: ¿Cómo se establece allí el lazo con otros analistas en formación para que el trabajo se torne posible? ¿Y qué rol cumple el más-uno en el asunto?

Desde el inicio de la gestión de esta secretaría, nos vimos conminados a abordar cierta pregunta, ¿cómo relanzar la escuela desde la Secretaría de Carteles en este nuevo tiempo donde no podemos encontrarnos en su sede? ¡Qué mejor que apostar al cartel -nos dijimos-, a ese pequeño grupo que nos enlaza de un modo particular! Hoy asoma otro tiempo, el de producir las letras y combinarlas a partir del trabajo que se ha venido realizando.

Esperamos con ansias las IX Jornadas de Carteles y Grupos para verter esos contenidos producidos al conjunto. Se llevarán a cabo los días 3 y 4 de Noviembre de 2021.

Invitamos a los carteles y grupos, a los miembros y participantes de la escuela y a la comunidad analítica en general a participar de este acontecimiento de escuela y a inscribirse -los grupos y carteles de la EFLA- en el marco de la secretariadecarteles@efla.com.ar para presentar sus producciones.

Cartel de Pase EFLA

En el Acta de Fundación de la EFLA puede leerse que el Dispositivo Analítico en intensión es el eje ético alrededor del cual se organiza la escuela. El análisis como experiencia fundamenta la formación de los analistas.

Una Escuela de Psicoanálisis conlleva una lógica diferente a la de cualquier otra institución.

En la dimensión clínica constatamos una y otra vez la eficacia del Psicoanálisis pero, cuando se produce en el análisis la torsión discursiva que llamamos pase de analizante a analista y se logra alguna conclusión, a veces resulta necesario, para quien pasó por esa experiencia, dar cuenta ante otros de lo que ahí sucedió.

Eso se torna una cuestión crucial para el Psicoanálisis y su transmisión, haciendo escuela.

Se dice de la experiencia de análisis, de sus efectos, de las operaciones que allí se han producido.

Para la formalización de esa experiencia contamos con el Dispositivo de Pase, instituido en la EFLA en el año 2008 como “un lugar disponible, en reserva”, que se torna vigente cada vez que alguien decide dar cuenta de los efectos del Psicoanálisis ante otros.

En ese dispositivo se ponen en función tres instancias: Pasante, Pasador, Cartel de Pase. Luego, en otro tiempo, el de los informes, se hace pasar al conjunto de la escuela lo que se ha podido producir y lo que cada experiencia enseña y agrega al Discurso del Psicoanálisis.

El Cartel de Pase está integrado por A.E. de nuestra escuela y de otras escuelas con las que sostenemos transferencias de trabajo1. Es la instancia que recibe la carta con el pedido del Pasante que desea dar testimonio de lo que ha sido una experiencia de análisis. Luego de escuchar a los pasadores y trabajar con ese material informa al conjunto de la Escuela.

Es ese pedido el que da inicio a la tarea, poniendo en funcionamiento el dispositivo, inaugurando una nueva experiencia que hace a la extensión del Psicoanálisis.

El pasante ofrece su testimonio a dos pasadores que pondrán el cuerpo a lo escuchado y darán paso a lo que el pasante ha podido formular, transmitiendo un decir a los miembros del Cartel.

Lacan dirá que “El pasador es el Pase” porque con su cuerpo vehiculiza, hace pasar, de un lado al otro, efectos singulares.

Haya o no nominación, lo que se produce en el Dispositivo de Pase, lo que allí se dice, se escucha, se lee y se informa impacta en las cuestiones clínicas y teóricas del Psicoanálisis.

La puesta en funcionamiento del Dispositivo de Pase ha producido en la EFLA nominaciones: A.E., Analista de Escuela, letras que inscriptas en la escuela confirman que el eje ético para la formación de analistas es el análisis.

Cada vez que se pone en funcionamiento el dispositivo se renueva el lazo social, se ponen en acto las diferencias sin que de ello se haga segregación, se hace extensión del Discurso del Psicoanálisis y se recrea el compromiso con esta tarea.

A partir del trabajo realizado, podemos informar la nominación de Analista de Escuela (A.E.) de Maren Balseiro.

Agradecemos a Pasante y Pasadores por hacer posible esta experiencia una vez más.

1 En esta oportunidad integrado por Ana Casalla (A.E. – EFBA); Amalia Cazeaux (A.E. – EFLA); Guillermina Díaz (A.E. – EPSFros); Paula Levisman (A.E. – EFLA); Alicia Russ (A.E. – EFA); Más Uno: José Zuberman (A.E. – EFBA).