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Nacimiento de Oshun
El humor es cosa seria

por Ludmila Hobler

Y el lenguaje ha recogido este parentesco entre juego infantil y creación poética llamando "juegos" {"Spiel"} a las escenificaciones del poeta que necesitan apuntalar en objetos palpables y son susceptibles de figuración, a saber: "Lustspiel" {"comedia"; literalmente, "juego de placer"}, "Trauerspiel" {"tragedia"; "juego de duelo"}, y designando "Schauspieler" {"actor dramático"; "el que juega al espectáculo"} a quien las figura1.
Freud dice que el adulto juega con la fantasía y los sueños diurnos. Que humoriza. Y que esto lo hace solo el insatisfecho.
La invitación a la escritura, esta vez, tuvo que ver con el efecto de alivio y reencauce del deseo en nuestro trabajo de cartel, a partir del humor y de la risa.
Estas líneas son una continuación de mi escrito sobre el concluir del Cartel de Publicaciones, al que llamé Una banda con swing. Entre otras cosas, sostenía allí que el humor fue un pilar que nos sostuvo en el trabajo. Nos hicimos objeto de consideración humorística, como cuando Freud cuenta que el delincuente que se dirige a la horca un lunes, dice: "Vaya, empieza bien la semana".
Ese swing fue una música que invitó a bailar; la escritura resultó trabajo de escuela. Se me vienen las palabras ameno, liviano, cordial, diversión, recreación, cura. ¿Qué relación tiene con la posición del analista? ¿El humor es solo un sostén? ¿Qué lugar en la dirección de una cura? ¿Y en la formación?
Un análisis, tal como la lógica de escuela, es un juego que tiene reglas, es una ficción lógica. La regla de la abstinencia es una de ellas. No dice que no hay que hablar o no ser amable. Dice que no hay que responder a la demanda ni ser necio con el significante. El silencio del analista, entonces, es no hablar como sujeto.
Me gusta pensar al humor como formando parte de un estilo que no signifique falta de abstinencia. La posición del muerto no se garantiza con seriedad. Una mala lectura puede hacer que el analista se rigidice y no se deje tomar por aquello que surge ni pueda intervenir desde allí.
La lógica de escuela y el deseo de analista posibilitan el lazo y en ese sentido considero que la lógica es di - vertida. "Diversión" viene del latín diversio y significa "acción y efecto de recrear". Sus componentes léxicos son: el prefijo di- (separación múltiple), versus (girado en dirección opuesta, volteado), más el sufijo -sión (acción y efecto). Divertir también es distraer o desviar la atención. Me quedo con la primera acepción.
El trípode freudiano posibilita el humor, la sencillez y la dulzura. Claro que puede fallar; en posiciones rígidas a veces el humor parece desaparecer y aparece la resistencia. Posición rígida es en sí misma una contradicción, porque la posición es ética. El humor va al compás del análisis del analista.
Que no haya relación sexual es una de las condiciones para que el humor exista: los animales no pueden equivocar el sentido. La falta, al recrearse, transmite y se transmite. Lo divertido transmite. Escribimos la falta desde la falta apostando a causar el deseo, a abrir el juego.
Nuestro trabajo divierte al convertir las palabras en significantes: pone a jugar los significantes en la escena analítica, alejándose de la literalización. Si la cura es con la castración, el análisis del analista resulta fundamental para que se pueda servir del humor y divertir, dar otra versión de eso que aqueja. Muchas veces el humor es un recurso que sirve para poder tomar distancia de la voz y la mirada de los otros: la risa surge haciendo de un supuesto objeto, un sujeto. Y toca el cuerpo.
Analizante y analista rotan por los discursos en el juego del análisis, propiciando cambios subjetivos que posibilitan la creación, pero solo si no persiste un discurso. La rotación viene a mover las fichas, a airear. Rotación es diversión.
El descubrimiento del inconsciente, en acto, suele producir risa; irrumpe lo tragicómico como sanción, como interpretación, como verdad develada. Una diferencia: mientras que en lo cómico es suficiente con dos, en el chiste encontramos un tres.
Freud se preguntó por el chiste, el humor y la creación. ¿El humor es una defensa? ¿Una fuga de la realidad? ¿Una creación? ¿Una manera de bordear lo real?
En 1927 nos dice que lo esencial es el propósito que el humor realiza, ya se afirme en la persona propia o en una ajena. Y que es el Superyó quien habla, de manera consoladora al yo amedrentado. En el humor habría un triunfo del yo y del principio de placer capaz de afirmarse a pesar de las circunstancias reales. Mientras el chiste es la contribución que lo inconsciente presta a lo cómico, el humor es la contribución a lo cómico por la mediación del superyó.
Subrayo lo que allí llama actitud humorística. Dice que se trata de un don precioso y raro que no todos poseen. ¿Se trata de un estilo? En el estilo de cada quien se juega algo de lo íntimo, algo del objeto enlazado al nombre propio, que no hace masa.
Mi hipótesis es que el humor habla de otra cosa; no se reduce a un rechazo o a una ilusión. El humor divierte, libera y exige una lectura. Será defensa si actúa como tapón, arrasamiento o agresión. En este punto me pregunto por la transferencia. Freud dice que el proceso humorístico tiene que coincidir con el del oyente porque supone un ecoen él.
El humor tiene la temporalidad del inconsciente: no podría ser premeditado, aunque sea un rasgo del analista. El humor no debiera servir al poder sino a la dirección.
En mi recorrido fui encontrando que la erudición, en algunas oportunidades, es un plomazo.
Cuando el plomo pierde peso y aparece lo divertido, la transmisión en acto sucede.
Plomazo es lo ceremonioso, lo enemigo de lo espontáneo. El psicoanálisis es poético, performático.
Humor y castración van de la mano. Finalizo con palabras de un alumno de escuela secundaria, que mientras estudiamos el concepto de Castración, dentro de la unidad Psicoanálisis, dijo: Profe, esto es como los politeístas y los monoteístas… los únicos castrados son los politeístas… son más divertidos y solo saben de su tema… el monoteísmo es siempre lo mismo… entonces Dios al ser omnisciente, omnipresente y omnipotente… ¿No está castrado, no?

Ludmila Hobler
ludmilahobler@hotmail.com


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1 El creador literario y el fantaseo. Pág 128

Bibliografía
- Freud, S.(1905) El chiste y su relación con lo inconsciente en Obras Completas. Tomo VIII. Ed. Amorrortu. Buenos Aires.
- Freud, S. (1908) El creador literario y el fantaseo en Obras Completas. Tomo IX. Ed. Amorrortu. Buenos Aires.
- Freud, S. (1927) El humor en Obras Completas. Tomo XXI. Ed. Amorrortu. Buenos Aires
- Lacan, J (2003). La dirección de la cura y los principios de su poder en Escritos 2. Siglo veintiuno editores.