El texto que sigue a continuación fue compartido por mail a partir de una invitación a la escritura de la Comisión Directiva de la Escuela Freud Lacan de La Plata del año 2020. Ante el contexto de aislamiento social preventivo y obligatorio, fue una apuesta a seguir enlazados, a producir una serie de escritos que nos dieron espacio para un intercambio acerca de nuestra práctica y lo que sucedía en ese tiempo.
La efla tiene estos espacios de apertura para la formación de los practicantes del psicoanálisis, enlazados a otros que potencian con ternura nuestro trabajo. En ese tiempo me serví de la intimidad de los correos internos de la escuela para pensar en la escritura y compartir mis preguntas. Hoy la revista Moebiana convoca a una nueva apertura, la de publicar algo producido en los años de mi recorrido en la escuela.
Una analista puede perder el rumbo en su práctica, pero hablando puede volver a encontrarlo. Escribibir, -con un vivir que resuena- fue un modo de buscar un rumbo en la escritura hacia nuevas preguntas clínicas que nos permitan simbolizar con otros lo que aconteció de forma disruptiva. Vivir de otro modo la clínica se filtró en la escritura, escribir una nueva experiencia fue mi intención.
Experiencia clínica
Hilvanar algo de palabras
con hilos
En italiano son filos,
Filum en latín.
En griego phylos,
significa amor
Será por eso
que se habla
de lazos
Que unen
Apalabran
Musicalizan
Acompasan
Puedo escuchar
Puedo decir algo
La pandemia es una situación filosa
De la que phylos nos salva.
Hilvanar algo de palabras
En la apuesta de transmitir la experiencia del analista en el contexto actual escribo,
Escribibir es respirar, entonces escribir es vivir.
La escritura en el encuentro con lo real de la clínica, el vivenciar filoso de la situación de la pandemia, nos posibilita ir separando ciertos hilos para pensar la clínica. El analista opera en su función, produce efectos y los teoriza cuando escribe.
Lacan se refiere a la transferencia como el corazón de la experiencia analítica. Interesada en
la etimología de las palabras, investigué acerca del origen de la palabra EXPERIENCIA,
experentia en latín significa ‘ensayo’, experiri, ‘intentar’. La clínica es experiencia, ¿Cómo
pensar la clínica en este contexto de aislamiento social obligatorio y preventivo?
Hilos- filos- phylos
Tomando la punta del hilo que ofrece Lacan en su conferencia “Apertura a la sección
clínica”1, plantea que la clínica psicoanalítica tiene una base –Es lo que se dice en un psicoanálisis. Y para poder decir en análisis, es necesaria la instalación de la transferencia.
La presunta situación2 ha sido puesta en jaque ante el decreto del aislamiento social preventivo y obligatorio. He aquí lo filoso de la pandemia, algo que venía hilvanándose en un decir podría cortarse.
¿Cómo continuar con la dirección de la cura? Armé un mensaje para todos suspendiendo
sesiones presenciales y acotando las posibilidades a video-llamadas. No me convencía.
Este trabajo tan singular, de uno a uno, que se decide cada vez, mandar un mensaje general
fue una idea descartada. Los grupos de Whatsapp con colegas se convirtieron en espacios
para dialogar acerca de esto. Lo importante parecía ser no perder la calma.
“El psicoanalista sin duda dirige la cura”. Pero dirigir la cura no es dirigir al paciente.3
El analista oferta una escucha en el espacio virtual y algunos analizantes, uno a uno van
eligiendo el medio, la modalidad en la que la palabra pueda circular. Otros eligen
interrumpir su tratamiento a la espera de sus entrevistas presenciales.
Será por eso que se habla de lazo
Mi apuesta es a la palabra, ofrecer una escucha con el deseo de analista en función, desde la
abstinencia y neutralidad, acotando el comentario subjetivo, según el caso, ha sido
necesario acompañar “esto nos ha descolocado a todos y estamos intentando
acomodarnos”. El lazo social que implica el análisis, con el instrumento de la palabra
encuentra en el e-mail, el mensaje de texto, la videollamada, o el llamado telefónico, un
espacio para circular. El aislamiento social es de los cuerpos físicos, pero no de los sujetos
parlantes.
Que unen. Apalabran. Musicalizan. Acompasan.
Continúa la seria intención del trabajo clínico, el análisis personal, el análisis de control y
la formación, distintos espacios que se reúnen en el espacio virtual para apalabrar lo que
impacta como nuevo, en tanto falta simbolizar.
Los espacios virtuales compartidos con colegas de distintas escuelas, la escucha de una polifonía de decires. Con otros, en transferencia de trabajo se acompasa este nuevo ritmo
marcado por la permanencia en los hogares y las nuevas rutinas, dando lugar a mi propio
decir, mi propio hilo de trabajo, mi interrogante.
Puedo escuchar. Puedo decir algo.
¿La escucha cambia? Retomando las letras de Freud, en la clínica psicoanalítica el
analizado habla, el analista escucha, y cuando habla, escucha cómo resuenan sus palabras
en el analizado:
“En el tratamiento analítico no ocurre otra cosa que un intercambio de palabras entre el analizado y el médico. El paciente habla cuenta sus vivencias pasadas y sus impresiones presentes, se queja, confiesa sus deseos y sus mociones afectivas. El médico escucha, procura dirigir las ilaciones de pensamiento del paciente, exhorta, empuja su atención en ciertas direcciones, le da esclarecimientos y observa las reacciones de comprensión o rechazo que de ese modo provoca en el enfermo.” (Freud, 1915)4
Este párrafo del genio Freud me devuelve el fundamento de la práctica analítica, el valor de
la palabra como instrumento. La escucha que puede ofrecer el analista.
Un joven continúa su tratamiento por mail, ya que su espacio en el hogar es reducido y
parece ser que todo es oído. Gracias al mail, no todo.
El único inconsciente que cuenta es el del analizante. El analista con su presencia y contando con el deseo del analista, forma parte del concepto de inconsciente. Es desde allí que se presta a la interpretación. El analista escucha las formaciones del inconsciente y sus goces. Los analizantes siguen produciendo sueños y algunos involucran a su analista.
Otro analizante, ha bajado varios kilos como parte de un tratamiento. Si bien mantiene
sesiones telefónicas, envía fotos de su cuerpo, quería que vea lo que él ve.
La pandemia es una situación filosa. De la que phylos nos salva.
La palabra en el espacio virtual me impacta de modo diferente, filosa, cierta intensidad que
¿con la mediación del cuerpo se aliviana? La pregunta por el cuerpo irrumpe como
novedosa.
Si bien con cada uno de los analizantes ocurre algo diferente, el silencio también impacta
de otro modo, sin cuerpo físico evidente solo en transferencia un silencio telefónico
funciona. Es por eso que el analista opera desde el corazón de la experiencia analítica a
pesar y a través de la transferencia amorosa.
psiagostinamiranda@gmail.com
1 Lacan J (1977) Conferencia de Apertura de la Sección Clínica. Versión bilingüe.
2Lacan J (1960-1961) Seminario La Transferencia. Ed. Paidós. Buenos Aires. Barcelona. México.
3Lacan J (195) Escritos II- La dirección de la cura y los principios de su poder. Buenos Aires ED. Siglo XXI
4 Freud S (1915) Obras Completas: Conferencias de Introducción al psicoanálisis. Parte I. Los Actos fallidos. 1° Conferencia. Introducción. Traducción directa del alemán de José Etcheverry. Buenos Aires, Amorrortu Editores.