Rememoramos en esta edición aniversario el texto que siguió a la carta de pedido de entrada de la Efla a Convergencia. – Movimiento Lacaniano por el Psicoanálisis Freudiano – en la reunión del 9 de mayo de 2011. Recordamos así aquel acto que se renueva cada vez en Congresos, jornadas y publicaciones.
Trabajo de entrada de la Escuela Freud – Lacan de La Plata en enlace con Efa, Efba y ESFros*
*Al texto se le realizaron cambios mínimos para esta publicación.
Colegas invitadas para comentarios: Úrsula Kirsch, Liliana Donzis, Guillermina Díaz.
Luego de la lectura de la carta - pedido de entrada de la efla a Convergencia – se leerá un breve trabajo.
Resaltamos de esa carta la lectura de este acto que es el pedido de entrada: “Leemos que este nuevo acto que hemos decidido efectuar es efecto de transmisión, producto de esos encuentros sostenidos con otros, donde no hubo obturación a las preguntas y fue posible tolerar el tiempo que en la escuela se requirió para concluir en esta decisión”.
Se ha propuesto, conjuntamente con las demás instituciones participantes, poner a trabajar en esta reunión el siguiente párrafo extractado del Acta Fundacional de Convergencia:
“Igualmente reconocemos en acto el hecho de que la transmisión a través del texto se ha convertido hoy en una modalidad preponderante en la difusión de la enseñanza de Lacan. (1) Estamos advertidos, sin embargo, de que la transferencia de trabajo sobre los textos sólo es operante en psicoanálisis en la medida en que su discurso esté sostenido por una enunciación (2) y donde el saber se encuentre, de este modo, interrogado por el efecto didáctico del psicoanálisis de cada quien” (3).
(1) DEL TEXTO A LA LETRA:
Igualmente reconocemos en acto el hecho de que la transmisión a través del texto se ha convertido hoy en una modalidad preponderante en la difusión de la enseñanza de Lacan. (1)
El primer tramo de la frase propuesta dice acerca de la transmisión a través del texto. Teniendo en cuenta que el psicoanálisis freudiano ha persistido en nuestra cultura, en parte, por el movimiento lacaniano, entendemos que su difusión ha sido, fundamentalmente, a través de lo que se lee, ya que por motivos geográficos y temporales no hemos podido asistir a la enseñanza en acto sostenida por Lacan.
Esto no ha sido sin consecuencias. Es cierto que la transferencia imaginaria hacia la persona de Lacan, pasador del psicoanálisis y fundador de la Escuela Freudiana de París, produjo efectos de los más variados, incluso en dicha institución.
Como uno de los textos trabajados en la fundación de la Efla ha sido el acta de fundación de la Escuela Freudiana de París, más de una vez algunos hemos tomado los interrogantes sobre la articulación entre su disolución y la dispersión de los analistas lacanianos. Lo más común es atribuir a la disolución de la escuela la posterior fragmentación; cuando en verdad, otra lectura podría ser que la disolución, no haya sido otra cosa más que la interpretación de una dispersión ya existente en aquel momento, posiblemente por la dificultad inmanente del grupo analítico. No tanto por la discusión sobre su estructura y dis-posición del grupo en la escuela, sino más bien por el reinado de los narcisismos. Reconocidos los efectos negativos de la fragmentación, nos corresponde a los analistas de hoy, hacer existir nuevas formas de unidades, dispositivos, y enlaces, que sin conformar un régimen de multitud ordenada por un amo, promuevan el avance del psicoanálisis y la formación de los analistas, al mismo tiempo que su difusión, incluso su divulgación, en todos los ámbitos posibles del campo social.
En el acta de fundación de la efla, escribimos una posición respecto de la cuestión de la formación de los analistas:
“Atentos a que no hay formación sin transmisión, ni transmisión sin transferencia, creemos que lo que se transmite es un deseo y un modo particular de leer las letras del psicoanálisis”.
Es decir que, de algún modo, trabajando con las dos actas fundacionales, podemos ampliar ahora que si bien se trata del valor del texto, no se trata de un saber textual al modo del conocimiento, sino que necesariamente hablar de formación, supone hablar de transmisión y de enseñanza. Nunca de un saber acabado y universal que pretenda una verdad dominante y sin condiciones, sino de un saber agujereado por lo real y por la enunciación, que en algún momento y para cada uno, acude al lugar de la verdad.
El concepto de letra, a diferencia del significante “texto”, da cuenta del límite y del encuentro entre el saber del significante y lo real del objeto. Por ello, resaltamos lo que en el acta de la Efla leemos: lo que se transmite es un deseo y un modo particular de leer las letras del psicoanálisis. A veces sucede que el texto deja pasar la letra que bordea un deseo en juego.
Tal vez la distancia respecto de la persona de Lacan haya resultado propiciatoria del establecimiento de la transferencia de trabajo con los textos, en tanto que allí también se puede leer una enunciación.
(2) LA ENUNCIACIÓN:
Estamos advertidos, sin embargo, de que la transferencia de trabajo sobre los textos sólo es operante en psicoanálisis en la medida en que su discurso esté sostenido por una enunciación (2)
El segundo tramo del párrafo del acta de Convergencia plantea la cuestión de la enunciación. Los textos no son operantes si con ellos no se produce una transferencia de trabajo, y esta se sostiene en la enunciación del discurso que ocasiona la transferencia de trabajo con otros. Es decir que así los textos dejarán pasar algo según cuál sea el discurso del que habla. Y compete a los analistas investigar cómo es el lazo social que este movimiento crea. En el acta de la efla también podemos leer que sostenemos esta propuesta de investigación como uno de los basamentos de la escuela. Reconocernos como pares por haber fundado en torno a la experiencia del psicoanálisis y sostener la imparidad más radical sin hacer de ello jerarquía y segregación. Creemos que esto ocurre en el conjunto de instituciones que, agrupadas bajo el nombre “convergencia”, pueden sostener la multiplicidad como radicalmente diferente a la multitud. Porque en definitiva “es el reconocimiento de la diferencia lo que enriquece el trabajo y evita la hegemonía” 1
A diferencia de otros discursos, el psicoanálisis sostiene el lazo social fundamentado en la diferencia.
“Otros discursos (religión- ciencia) producen enunciados universales cuya finalidad es aportar presuntas garantías de su verdad, llegando incluso a prescindir, sistemáticamente y cada vez más, de la enunciación...”2
Por esto escribimos en nuestra acta fundacional que: “La Escuela Freud – Lacan de La Plata se relacionará con otras instituciones analíticas dentro de los ámbitos existentes y en los posibles espacios y modos de enlace que se puedan ir creando; con aquellas entidades pertenecientes al campo de la cultura; y también, según la ocasión, con las instituciones sociales que produzcan con su palabra y sus acciones influencia sobre la práctica del psicoanálisis”.
Es por el reconocimiento de las diferencias y la aceptación de la multiplicidad que se puede sostener en acto el discurso del psicoanálisis.
(3) EL SABER INTERROGADO POR EL ANÁLISIS DE CADA QUIEN:
y donde el saber se encuentre, de este modo, interrogado por el efecto didáctico del psicoanálisis de cada quien (3).
Desde un comienzo la Escuela ha incluido en sus condiciones primeras de entrada, analizarse y analizar. Porque es el modo que hemos propuesto para asociarnos, aceptando “el hecho de reconocernos en la experiencia como practicantes del psicoanálisis” y “dejando el conjunto abierto al vasto campo de la cultura, a los saberes y disciplinas que en el psicoanálisis confluyen”3Y porque “La formación de los analistas se anuda y fundamenta en un solo lugar posible: el análisis del analista, que es el eje ético alrededor del cual se organiza la escuela”.4
Este eje ético que da la medida de relación al otro en la institución, el análisis en intensión, el de cada uno, es en el que se basa la particularidad del Pase como dispositivo de escuela. Esto abre a la riqueza de lo múltiple y lo diverso, porque su mera existencia supone la interrogación de todos los saberes instituidos. Las obras de Freud y de Lacan, sin la instancia del análisis de cada quién, serían letra muerta o norma canónica. Ya que el saber que cada uno produce, en el trabajo con los otros está siempre dispuesto a ponerse a prueba, del mismo modo que lo están los conceptos, y por supuesto, los textos en los que nos hemos formado.
1Acta de Fundación de Convergencia.
2Idem.
3Acta de fundación de la efla.
4Idem.